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Ayer compartí la historia de orar Ekballo una vez más. Para mí, realmente creo que Dios va a desatar Su corazón por los perdidos, nos dará una gran compasión. Y estaremos gimiendo esta oración: «Señor de la mies, Dios, te rogamos que arrojes obreros», y luego estaremos orando, «Aquí estoy, envíame a mí». Pero estoy cautivado de nuevo con este mismo pasaje de Mateo, capítulo 10: “Y cuando llamó a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y sanar toda clase de enfermedades y todo tipo de malestar, enfermedad. Ahora bien, los nombres de los doce apóstoles son estos: primero, Simón…” y luego menciona todos los apóstoles. Luego dice: “A estos 12, Jesús los envió y les ordenó diciendo: ‘No vayan por el camino de los Gentiles, ni entren en las ciudades de los Samaritanos. Vayan más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel».

Me llamó la atención esto. Este fue el primer llamado de Jesús cuando dijo: «Ora al Señor de la cosecha…» Él dijo: «no vayan a los Gentiles, ve a las ovejas perdidas de la Casa de Israel». Desde ese momento en adelante, el libro de los Hechos, donde Pablo fue enviado a los Gentiles. Desde ese momento, el evangelio ha ido a los Gentiles y un velo ha estado cubriendo los ojos de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Pero creemos ahora mismo … ¿Pueden imaginarse el corazón de Jesús en este momento, incluso mientras predicamos y oramos esto? «Dios, una vez más están clamando la llamada primordial, el gran clamor de mi propio corazón». El apóstol Pablo dice: «Tengo una angustia incesante por la salvación de mi propio pueblo». ¿Qué crees que significa para Jesús cuando una vez más se libere un ayuno mundial de 40 días para lanzar el evangelio a las ovejas perdidas de la casa de Israel? Esto es asombroso para mí. Es interesante en este mismo pasaje, al mismo tiempo, Él llama a Sus discípulos, y luego les da el mandato de ir y predicar el evangelio y luego dice: «… y estos doce apóstoles», nombrados tal y tal y tal. Me llamó la atención, eran discípulos, y luego eran apóstoles. ¿Podría ser esa parte del corazón de Jesús, cuando está orando para que los obreros vayan al campo de la cosecha, en realidad quiere que clamemos a Dios para que arroje apóstoles?

Hoy, quiero orar para que los apóstoles Judíos sean levantados con tales señales y maravillas como los doce originales, con señales milagrosas y maravillas. Y que todo Israel sería sacudido por los Apóstoles, nada menos que los originales. Que haya Apóstoles en todo el mundo. ¿Orarías esto conmigo? Porque creo que, en muchos sentidos, eso es realmente lo que está buscando. «En primer lugar, apóstoles». Dios quiere apóstoles nuevamente. Entonces Padre, en el nombre de Jesús venimos y escuchamos tu clamor. El grito original cuando dijiste: «no vayas a los Gentiles, sino ve a la casa perdida de Israel». Te agradecemos que estás enviando, lanzando trabajadores a los no alcanzados, al interior de las ciudades, a los Estados Unidos, y los estás enviando ahora de manera poderosa al mismo pueblo Judío al que fuiste por primera vez. Te suplicamos que envíes obreros a la comunidad Judía en todo el mundo. En Europa, en todos los lugares, ven Señor Dios, en Jerusalén, en Tel Aviv. Ven Espíritu Santo y arroja obreros al campo de la cosecha y clamamos específicamente, envía apóstoles. Suelta a los apóstoles con tales señales y maravillas que nada pueda detenerlos. Suelta la nueva generación de apóstoles Judíos en el nombre de Jesús. Amén.