Transcripción Del Video

Hola amigos, mientras reflexionamos sobre este ayuno de 40 días, creo que es asombroso que el mismo Jesús ayunara 40 días para vencer las tentaciones de Satanás y en realidad esos 40 días fueron la preparación del corazón. Y es en un sentido el proceso de calificación en el que entraría en la oscuridad y comenzaría a traer una gran liberación. Hay un llamado en este ayuno, el ayuno de Yeshua. Estamos orando por la salvación de los Judíos, por el gran «llamado de Rut», para liberar este voto de Rut en la tierra. También estamos orando por la salvación de los Gentiles, un despertar mundial masivo. Así que hay un enfoque ministerial en el ayuno, pero siempre hay un enfoque del corazón en el ayuno. Y en este enfoque del corazón para el ayuno, queremos dirigirlo al Capítulo 3 de Apocalipsis. De hecho, el ayuno original que llamamos fue en realidad del 1 de marzo al 9 de abril. Pero recibí una palabra de un apóstol Judío, un amigo Asher Intrator, que me decía “por qué no lo haces 40 días antes de Pentecostés”. Dije sí, hagamos eso. Así que estos 40 días terminan en Pentecostés.

Pero Mike Bickle sintió que el único tiempo en que podían hacerlo en IHOP era del 1 de marzo al 9 de abril. En el momento de esta grabación, este es el último día, el día 40 de su ayuno. Para mí, eso es asombroso; también estoy grabando en este mismo día, en el aniversario del Avivamiento de Azusa Street. Aquí estamos, nos dirigimos a Pentecostés, y Mike Bickle durante este tiempo tuvo su segunda visión. El Señor le mostró que hay una iglesia de Laodicea, y en este ayuno, y el ayuno que procede, habrá un énfasis en Apocalipsis 3. Un clamor dentro de una generación para librarnos del espíritu de Laodicea.

“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. [Rev 3:15-21]

Oh, mis hermanos y hermanas, si alguna vez vivimos en una época de Laodicea, donde somos tan ricos, tenemos tanta comida, tanto dinero, tanto talento, tanta perspicacia para los medios. Lo tenemos todo y, sin embargo, no nos damos cuenta de que nuestros corazones están secos. Tenemos espíritus segados. Y creo en este ayuno de 40 días, incluso como Mike lo ve. Y lo está comenzando a predicar, y quiero que sigas a Mike Bickle en estos días. Oh, que Dios en estos 40 días nos libere de un corazón tibio y haga que obtengamos oro refinado por fuego. Hermanos y hermanas, en este ayuno de 40 días mientras oramos por Israel, oramos por la salvación de los Judíos, ¿orarían para que Dios les quite el velo? Que nos dé ojos para que podamos ver, que sus almas estén en llamas y puedan cenar con profunda, profunda intimidad con Jesús. Señor, oramos ahora mismo, para que Dios nos haga arder por Él. En este ayuno, que se rompa toda tentación, para que todas nuestras fuentes se encuentren en ti. Oh, que no nos satisficiéramos con deseos menores, satisfacciones menores. Espíritu de Dios, lanza un movimiento de limpieza en todo el mundo como en Apocalipsis capítulo 3. Dios, vencemos en el nombre de Jesús, ¡amén!